Las vendas de algodón bajaron para cubrirlos
Ahogar su frivolidad
en tela. Doblarse insatisfecho, la emoción
cinematográfica - remota, pálida, impalpable.
Cada uno con la secreta
inflexión de su necesidad.
No hubo discusión sobre eso, apenas un cambio
de humor mientras se decían ciertas palabras.
La conexión estúpida del discurso, sin nunca capturar
lo que invoca.
Ella deslizó sus bragas bajo sus caderas.
El tono bordado de la ilusión,
la idea intoxicada en una suave oscuridad.
La imagen de una mano que se transforma
en una mano. De quién? Sí. El deseo reciclado por etapas,
un querer llorar. Un dijeron y se quedó muy quieta.
Permitirlo sólo para que le pase
a ella. El cuello una curva que se transforma
en un abismo amplificándose en deseo, deseo, deseo,
y por supuesto, un final increíble. ¿No está bueno?
Masturbarse, masturbarse. Ella se despertó, echó un vistazo.
Ah, sos vos. Sí. Pensé que te estaba soñando.
Las sirenas cantaron en alguna parte. Lindo, dijo ella. Lindo.
Louise In Love (2001)
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