La novela se compone de aventuras contadas en el tiempo en que pasan.
La importancia y el sentido de esta tensión no son disimulados. Por el contrario se dice explícitamente que las cosas que se cuentan pasan en el tiempo en que se cuentan.
No por eso se trata de un diario.
Porque el presente habla del presente y nunca del pasado. No tiene las discontinuidades de los datos, las páginas, los arrepentimientos del diario.
Hay alguien, un hombre que no es nombrado. Está su mujer, que está muerta.
La novela pasa en mucho mundos posibles. En algunos, la mujer no está muerta.
El tiempo es el presente. El tiempo de cada mundo posible es el presente.
Los ruidos, las épocas, también los sabores, son escritos a la luz y las nubes. Lo que muestra, sobre todo, es el respeto a la tensión que gobierna la composición de la novela.
Cuando no hay más que un mundo, donde ella está muerta, la novela termina.
Quelque Chose Noir (1986)
versión patricio grinberg
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