ensayo sobre adán
Hay cinco
posibilidades. Una: Adán cayó.
Dos: lo empujaron.
Tres: saltó. Cuatro:
con apenas mirar al
precipicio se sumió en el silencio.
Cinco: a Adán no le
pasó nada digno de mención.
La primera, que cayó,
es demasiado simplista. La cuarta,
el miedo, la hemos
descartado tras someterla a examen. La quinta,
que no le pasó nada,
no tiene gracia. La elección es entre:
saltó o lo empujaron.
Y la diferencia entre ambas
es sólo una cuestión
de si los demonios
trabajan de adentro
hacia afuera o de afuera
hacia adentro: la
pregunta
teológica
fundamental.
la belleza de las armas (2013)
versión Marta del Pozo y Aníbal Cristobo.
1 comentario:
Pobre Adán, carne de cañón celestial.
Un saludo.
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