El funeral de la muñeca
Hay muchas maneras
en que una barbie puede
morir: las piernas masticadas, roto
el cuello, el pelo cortado
de raíz. Está
belleza falleció porque su
dueño le dejó
puestos sus aros
de perlas:
guardada en la oscuridad
por veinticinco años,
el metal sobre la goma
hasta dejar la mitad
de su cara verde –bruja mala
de perfil-
síndrome de oreja verde.
Y no es justo
que tenga que morir.
Esta es la chica que provocó
el resentimiento de mi amiga varonera,
la rivalidad de mi hermana, los celos
de mi mejor amigo. Esta
es la encantadora responsable
de inspirar el dolor –eterno,
inevitable- de ese chico
introvertido. Esta es la
hermosura que compré
en una tienda de muñecas,
el día en que mi madre
murió. Aunque había
preparado la casa de muñecas,
la había vestido y acomodado,
sabía que no
la tendría por mucho. La vendí
en ebay, ahora está en
alguna parte, perdida
en el mundo, la muerte
puesta en su mirada,
sobre sus labios rojos.
The Late Show (2007)
versión patricio grinberg
No hay comentarios:
Publicar un comentario