sin título
Ahora no me puedo acordar como haría para tenerlo. No es un conducto (¿confluencia?) sino un lugar. El lugar, del movimiento y el orden. El lugar del antiguo orden. Aunque el final del movimiento es nuevo. Nos lleva a decir lo que pensamos. Muy parecido después de todo a una playa, donde estás parado y pensás en no ir más allá. Y es bueno cuando llegás a no más allá. Es como una razón que te levanta y te deja donde siempre quisiste estar. Así de lejos, es correcto cruzar, haber cruzado. Entonces ya no hay promesa en el otro. Acá está. Aire y acero, una presencia con manchas, pequeña panacea, afortunada para nosotros. Y entonces se puso frío.
Hotel Lautremont (1992)
versión patricio grinberg
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