24.7.10

Stacy Szymaszek






14 maneras de mirar un marciano 

(un poema de wallace stevens)



Entre veinte edificios 
lo único que se movía 
eran los ojos de un marciano. 


Yo era tres, 
como una cama 
donde duermen tres marcianos. 


Un marciano aparece corriendo entre los autos. 
Definitivamente no es el protagonista. 


Una mujer y un perro 
son uno. 
Una mujer y un perro y un marciano 
son dos, uno, eventualmente cuatro.

No sé que me asusta mas  
si la violencia de los desvíos  
o la violencia de las implicaciones,  
si el alarido de un marciano  
o lo pasó antes o después.  


Las manchas de barro 
cubrían el parabrisas. 
La sombra de un marciano 
lo cruzaba de lado a lado. 
La explicación 
trazó sobre la sombra 
un humor indescifrable.

¿Por qué siguen buscando? 
¿No saben que todos tienen un amigo 
que tiene un amigo marciano?


8
No se cuando ni donde 
o si fue verdadero 
no se, tampoco 
si un marciano estaba involucrado 
en todo eso.


9
Antes de perderse de vista 
un marciano señala el borde 
de una entre muchas líneas.



10
Frente a una pandilla de marcianos 
corriendo por la vereda, 
incluso el más distraído 
gritaría asustado.


11
Viaja por Manhattan 
en un taxi amarillo. 
De pronto, el miedo lo invade, 
cuando confunde 
con un marciano
la sombra de un cartel.


12 
Se hace silencio. 
En cualquier momento llega un marciano. 


13 
Toda el día fue oscuro. 
Nevaba, 
iba a seguir nevando. 
Un marciano se sentó 
en el banco de una plaza.


14 
Un marciano es un ejemplo.



Plagiary Tribute, 2007
versión patricio grinberg




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