Etiquetas
16.12.11
15.12.11
Sarah Manguso
14.12.11
Sarah Manguso
dado vuelta, se convierte en una luna ...
13.12.11
8.12.11
Samuel Beckett
De una obra abandonada
(Fragmentos)
Muy temprano ese día, yo era joven, me sentía horrible, y afuera, colgada de la ventana mi madre en camisón gimiendo y gesticulando. Una mañana agradable y fresca, brillante como casi siempre. Me sentía en verdad horrible, muy violento. El cielo rápido iba a oscurecerse, empezaría a llover y seguiría lloviendo, todo el día, hasta la tarde. Después azul y sol otra vez, después la noche. Sintiendo todo esto, así de violento, ese día así, me detuve y giré. Los hombros inclinados buscando una lombriz o una babosa, un caracol (…) Entonces levanté los ojos y ví a mi madre todavía gesticulando en la ventana, gesticulando para me acerque o me aleje, no se, o sólo gesticulando, su amor indefenso y triste, apenas pude oír su llanto. El marco de la ventana era verde, pálido, la pared de la casa era gris y mi madre blanca y tan flaca que podía ver a través de ella, hacía la oscuridad del cuarto, y sobre eso, el sol que acababa de salir, muy lindo todo en verdad. Lo recuerdo, el gris viejo y alrededor el verde pálido, y el blanco pálido contra la oscuridad, si sólo se hubiera quedado quieta y me hubiera dejado mirar. No, por una sola vez yo quería quedarme y mirar, pero no podía con ella saludando y aleteando y tambaleando dentro y fuera de la ventana como si estuviera haciendo ejercicios, posiblemente lo hiciera, por lo que se, sin preocuparse en lo más mínimo de mí.
From an abandoned work (1957)
versión patricio grinberg
1.12.11
Aníbal Cristobo
RECONSTRUCCIÓN DEL YAK
Más adelante se habla de un día incierto en que el granjero se dijo que la vida había sido buena
con él; y aquello tiene lugar mientras él
se sobrepone a la belleza del paisaje: y después hay una nota irreal
sobre el comportamiento de los animales y una mención críptica al rastrillo
y la azada, oculta
entre las referencias al perrito que vivía en los hombros del sujeto
y la muerte de Kennedy. Un acuerdo estilístico
disuelve las arbitrariedades de ese temperamento, permite
que los adjetivos de la extrañeza marquen el rumbo, lo dirijan
al yak, que delira de fiebre atado a un árbol.
Entonces comprendemos que existe una historia, y que el granjero
se mueve lentamente por ella, hasta alcanzar un recuerdo en que el yak está
mordiéndole la mano.
Uno se pregunta cuándo intervendrá su mujer, cuando ella le pide que se calme.
Le sugiere alimentos para el yak, comidas calóricamente diversas, avena, eman’ems.
En el fondo sabemos que el granjero va a morir y que el yak heredará su casa
y a su mujer. Pero el final es bueno, porque estás pasando
a toda velocidad por la carretera y lo ves
en la parte más alta de la granja, mientras te alejas
imaginando que lo que oíste fueron sus chillidos.-
Mi vida como bacteria (2012)
Aníbal Cristobo
EL ESCENARIO SE DIRIGE AL COWBOY
Esto: aunque te vayas despacio del Oeste con
tus estrellitas bobas -en tu cara
una sonrisa cyber; arrastrando ese cactus de luz con ruedas:
sos tan inocente como un sillón
repleto de balas.
Y esto otro: tus ojos, tus lacónicos
dedos de gatillo
pueblan esta calle con el soundtrack
de un videogame: te vas moviendo, y en los cuerpos frente a vos
florecen blancos
y dejás a tu paso una huella
heroica de cartoon: "botellas de cerveza masacradas, al lado
de la ruta, para atraer a los cráneos de
pájaros blanqueándose en pleno mediodía."
Jim debería estar observando
desde atrás de un acantilado o un carro
de popcorn -cuando empiezan los tiros, aplaudiendo
cansado,
pero sueña ballenas perdidas en alguna otra parte.
Y qué pasa conmigo
qué pasa con mi radar y mis coyotes
devolviéndote desde la frontera
que estás siempre intentando cruzar?
Las ballenas son el horizonte
hacia el que mirás, eso que no podés atrapar
con el poema
yo soy lo que te rodea: mis botones
repartidos entre tus cacharros
de lata, mañanas, cáscaras vacías,
el residuo de los takes descartados, las flores
secas en tu camarín, dentro
de la roulotte. Soy las canciones
que improvisás al afeitarte
Mi vida como bacteria (2012)