30.11.10

Carlos Riccardo


Mexico City
(Fragmentos)


Una historia del trayecto caminaría diecisiete pasos irreales de la frase suspendida en el pasillo hacia la recámara. Bajo artificios verbales se velarían entonces la extenuación física y mental, el deambular entre barras, el asentir entre puntos la certeza de no esperar ya nada.

Abres los ojos. Miras fijo hacia la ventana, como sonámbulo. Las varillas de la persiana proyectan sombras planas que al interceptar las transparencias de luces de la calle reverberan imperceptiblemente al pie de la cama. Si ellas se mueve simulas dormir, pero en realidad permaneces despierto, esperando la aparición súbita y reluciente del cuchillo.

Allí tendido, soportando el roce de su piel, respirando el agrio aroma que despide su cuerpo y se impregna en las sábanas.



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