21.12.12

Sebastian Liste






















Mauro Lo Coco


turba el fuego deprava
(fragmento)


elemento que se entiende por contratos privados
entre los espacios, los tamaños las formaciones
los precios los valores
las formas que ilusionan, siempre opacas
entre cosas que se jactan
de una claridad que inflama, sucede:

les dicen ellos
les decimos ellos
siempre son ellos

se habla
se insiste se empuja y se transpira
sucede

todo se empieza a perder
es una gesta que termina
en primavera y una luz
que muere en la boca de cualquiera

o

de a ratos monedazos, sucede
si la opción es seguir
a veces
hay
que
intentarlo por otro trajín

así
cuando estás tutelado
por tu decisión te llueven
los cascotes de la indiferencia y la emoción
es un amigo terrorista
que cae de visita sin avisar
te invita
a reaccionar por algo y se acabó
un día reaccionaste, sucede

contra cualquier máquina
es ideal una terminal
de trenes para detenerse
a expresar tu fracaso
por un interés que no alcanzás a comprender
pero es deseable
y es sincero


MI SABIDURÍA ES ARRUINARLA (2013)




Sebastian Liste























Mauro Lo Coco




turba el fuego deprava
(fragmento)




por eso
hay que prender fuego el tren
y sentirse bien en el papel de arruinar el mundo
con unos tachos rebosantes de tibios envases
con jirones de plástico flotando
qué placer malograrlo
cocinar el sabor del desperdicio y espantar
a los idiotas del turismo

quemar el tren, con la alegría de abatir así
las ideas, las conversaciones
las sociedades pequeñas de ese caldo morboso que contagia

arrancar los carteles las chapas
los pegotes grasientos, quemarlos, tirar todo adentro
oler nuestro peor olor
qué cálido se siente
cuando el ambiente se parece a esto
que incendia el pecho

estropear el tren
transpirar el miserable vino de la producción
al calor de láminas negras y de retazos volátiles de nylon

ver metales retorcerse con desdén,
contemplar el repliegue dolorido de algo que funcionó
y que ahora, porque nos cansamos,
ya no.


toda manifestación es contra el orden
y como el orden no tiene explicación
tampoco lo tienen
estos monedazos
estas piedras que vuelan a los carros de asalto
este entusiasmo con el caos, -¡cómo
nos necesitamos por un rato
el calor nosotros los deseos y este metal que se quema!-

para terminar con las ganas
de entender
abrazamos decorazón este interés
que enciende el alma, las ganas y  la fe

¡basta de pretensiones!
sucede

parece que son ellos
pero no
ahora
somos nosotros

y nos quedamos solos de nuevo
mientras se termina el tren
se gasta
se muere
sucede

dicen nosotros decimos ellos
pero ahora
habla
la chapa que se apaga



MI SABIDURÍA ES ARRUINARLA (2013)

20.11.12

Alex Cox




Una ruta desierta, una bomba neutrónica, un Chevy Malibú con cuatro extraterrestres muertos en el baúl


Miller: En Sudamérica desaparecen miles de personas cada año. Nadie sabe dónde están. Simplemente desaparecen. Pero, si te paras a pensarlo, te das cuenta de algo. Tiene que haber habido una época en la que no había gente, ¿no? –
Otto: Sí.
Miller:¿De dónde salió todo el mundo? Yo te lo digo: 
Del futuro. ¿Y adónde va a parar toda la gente que desaparece?
Otto: ¿Al pasado?
Miller: ¡Correcto! ¿Y cómo hacen para llegar allá?
Otto: ¿Y yo qué carajo sé?
Miller: Platos voladores. Que, sí lo has entendido, en realidad son máquinas del tiempo. Yo pienso mucho en ese tema. Donde mejor pienso es en el autobús. Por eso no conduzco.
Otto: Ni siquiera sabes conducir.
Miller: No quiero saber. No quiero aprender. ¿Entiendes? Cuanto más conduces, menos inteligente eres.




Repoman (1984)





17.11.12

Martín Battallés


















John Cage






9


Uno de los libros de Suzuki

                              termina

                               con el texto
poético de un monje japonés


           describiendo su haber alcanzado
la iluminación.



                     El último poema dice:




                       "Ahora que estoy
iluminado,



  soy tan miserable como siempre. "




indeterminacy (an accompaniment to a Merce Cunninghan dance)

versión patricio grinberg



Martín Batallés



























12.11.12

Carlos Martín Eguía




Ojo de pez
(fragmentos)



No hay en el itinerario de la luz,
dificultad o ausencia especial,
espíritus privilegiados
que pueden agitarse,
de antemano no hay
elementos velados,
especificaciones mecánicas.
Hasta el acto de ver,
difícil de sugerir,
la estación carece de incrustaciones,
de objeto dispuesto
sobre fondo difuso.

II

Comenzar por lo simple
por el agua limpia de anzuelos
para arribar en lo complejo
a esa sensación
difícil de transmitir sin fisura
en la que uno frunce el ceño
porque siente que no está
en ninguna parte.


IV

En principio no hay
estrías en la conchilla
ni arrugas en el cielo
ni preparativo
que pueda alambicar
la conexión precaria que la mente
inicia con las cosas.
Así siempre se esta
recomenzando
y no hay
ruina ni naturalista que puedan
negar que cuando
uno baja la mirada
el sentimiento del otoño nace
del piso.



Carlos Martín Eguía




Hollis Brown Thornton




















Carlos Martín Eguía


Ojo de pez
(fragmentos)



VIII


En detalle:
el aire toca la lluvia de baba
que produce el giro
de la conversación.
Podría haber dicho
no hay maniobra
de salvataje ni hilera
de neuronas,
ni línea química
de transmisión que explique
el viaje del pensamiento
a su inmanencia
lo innombrado.
Podría haber dicho
pero no dijo
y se limito a decir
me enferma
no apretar bien el embriaye
hacer ruido con la caja.


XII

El choque de lo frágil
con lo compacto
no produce nada.
Prefiero mirar
los movimientos anárquicos
de la mosca que molesta
a la vieja que se mueve
acomodando el cuerpo gordo
operando
en el centro del alerta
permanente
de unas palomas torcazas
que de inmediato inician
vuelo corto.
Prefiero el espacio
reducido que concatena
los movimientos
sin eje de la mosca
a soportar
los restos sin expectativa
de un pensamiento trillado.



Carlos Martín Eguía

Hollis Brown Thornton
























Carlos Martín Eguía



 Ojo de pez
(fragmentos)


X

A las tres de la tarde
y en plena estación
quema yerba para descansar
de la rutina de las cosas.
Un estornudo
empuja su mente
hacia lo que es.
Un charquito de agua
debajo de una canilla goteando.


XV

El color del aceite
quemado
tiñiendo los durmientes,
el equilibrio de las piedras
desnaturalizadas por el oxido,
el triunfo perezoso
de las cosas tal como están.


XVI

Calor que no sirve
para afirmar el yo
sino para embotarlo
produciendo la ilusión
de que pasan menos cosas.
No hay lo que
podría denominarse
un pathos,
impera por momentos
una opacidad mineral
detenida al borde
de toda anécdota.




Carlos Martín Eguía.