24.3.13

Mary Jo Bang




UNA PUERTA GOLPEA 


Dejamos el tractor rojo de mi hermano
estacionado en el césped quemado
subimos la colina, espiamos a través de los arbustos

lo prohibido: vías del tren y jungla de vagabundos.
Perdemos de vista el barranco,
la serpiente gorda y negra

que cae al final de cada jardín.
Es viernes por la noche
pescado frito en el cuartel de bomberos.

Los adultos beben cerveza en diminutos cubos de metal.
Mi hermana saca un pez de lata de una tina de metal.
A un lado,

una niña con Síndrome de Down, de seis años de edad,
ladeada sobre una silla de ruedas.
El pelo gris de la madre se aleja

de su rostro tenso y desafortunado.
Se inclina sobre la hija, murmurando
en una manta de viaje, para limpiarle la baba.

Cabeza oscilando, mandíbula floja, lengua prominente.
Un vestido azul inmaculado,
cuello perfecto terminado con encaje blanco.

No mires, dice mi madre. Y yo
la misma edad, el aire teñido
con el olor de pescado y margarina,

aprieto mi rostro contra el olor de algodón planchado
de la falda de mi madre,
susurro, no lo hacía.



Apology for want (1997)
versión anibal cristobo + patricio grinberg


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