8.12.11

Samuel Beckett


De una obra abandonada

(Fragmentos)



Muy temprano ese día, yo era joven, me sentía horrible, y afuera, colgada de la ventana mi madre en camisón gimiendo y gesticulando. Una mañana agradable y fresca, brillante como casi siempre. Me sentía en verdad horrible, muy violento. El cielo rápido iba a oscurecerse, empezaría a llover y seguiría lloviendo, todo el día, hasta la tarde. Después azul y sol otra vez, después la noche. Sintiendo todo esto, así de violento, ese día así, me detuve y giré. Los hombros inclinados buscando una lombriz o una babosa, un caracol (…) Entonces levanté los ojos y ví a mi madre todavía gesticulando en la ventana, gesticulando para me acerque o me aleje, no se, o sólo gesticulando, su amor indefenso y triste, apenas pude oír su llanto. El marco de la ventana era verde, pálido, la pared de la casa era gris y mi madre blanca y tan flaca que podía ver a través de ella, hacía la oscuridad del cuarto, y sobre eso, el sol que acababa de salir, muy lindo todo en verdad. Lo recuerdo, el gris viejo y alrededor el verde pálido, y el blanco pálido contra la oscuridad, si sólo se hubiera quedado quieta y me hubiera dejado mirar. No, por una sola vez yo quería quedarme y mirar, pero no podía con ella saludando y aleteando y tambaleando dentro y fuera de la ventana como si estuviera haciendo ejercicios, posiblemente lo hiciera, por lo que se, sin preocuparse en lo más mínimo de mí.



From an abandoned work (1957)

versión patricio grinberg



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