TRES
(fragmentos)
Tres mujeres calladas en la mesa de la cocina.
La cocina de mi madre es chica y oscura pero
desde la ventana
Se ve el campo, paralizado por el hielo.
Se extiende hasta donde llega la vista
Kilómetros planos hasta un cielo denso blanco
sin luz.
Mamá y yo masticamos lechuga con cuidado.
El reloj de la cocina emite un zumbido grave que
salta
Una vez por minuto sobre el doce.
Tengo la p. 216 de Emily abierta sobre la
azucarera
Pero en secreto miro a mi madre.
Mil preguntas golpean mis ojos desde el
interior.
Mi madre está analizando su lechuga.
Paso a la p. 217.
Es como si hubiéramos bajado a una atmósfera de
vidrio.
Ahora y después un comentario atraviesa el
vidrio.
Los impuestos del terreno de atrás. No hay
buenos melones,
Es temprano para melones.
Un peluquero del pueblo encontró oro, cierra
todos los jueves.
Ratones en el cajón de las servilletas otra vez.
Pequeñas bolitas. Se comen
Los bordes de las servilletas, con lo que
cuestan
ahora las servilletas de papel.
Lluvia esta noche.
Lluvia mañana.
Ese volcán en Filipinas ahí otra vez. Como se
llamaba
Anderson se murió no no Shirley
La cantante de opera. Negra.
Cancer.
No comés la guarnición? No te Gusta el pimiento?
Por la ventana puedo ver las hojas regulando
sobre la llanura
y restos de nieve marcadas por la mugre de los
pinos.
En el medio del campo
donde la tierra se hunde en una depresión,
el hielo empezó a desprenderse.
Mi madre habla repentinamente.
El psicoanálisis no te está haciendo bien no?
No lo estás superando.
No es como tomar aspirinas, respondí débilmente.
El Dr. Haw dice que el duelo es un proceso
largo.
Ella frunce el ceño. Que se consigue
con todo ese remover el pasado?
-abrí mis manos-
Me voy a reponer! La miré a los ojos
Ella sonríe. Si, lo harás.
Glass, Irony and God (1995)
versión patricio grinberg
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