ZINDO & GAFURI EDICIONES
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23.6.14
Peter Handke
1975. Abril
(fragmentos)
apenas
pasa el instante de terror, la idea de exagerar o haber exagerado
las
imágenes a las que uno, entredormido, llega cuando logra volver a cerrar los
ojos dentro de los ojos cerrados
ella
dijo: "para algunas mujeres la elegancia quizás es una manera de
defenderse"
y
luego la idea de que todo lo que pienso y siento no tiene valor
una
mujer me mira con hostilidad, y tranquilo le devuelvo al mirada; hasta que me
doy cuenta de que eso no cambia nada y en
seguida me olvido de la mujer y de su hostilidad
empieza
a llover como si ahora tiraran una piedrita, ahora otra
Peter Handke. Das Gewicht der Welt. 1977
Peter Handke
1975. Abril
(fragmentos)
(fragmentos)
un
momento de bondad, de acuerdo, de mirada más amplia, en un día frío, lluvioso,
con el desánimo de la música de la señal de ajuste de los televisores que al
mediodía salía de las casas
un
miedo pequeño al que no quise prestarle atención y enseguida se volvió
gigantesco
querer
desviar el pánico, en el asiento del cine, enfrente de mí
delante
de otras personas casi siempre yo pierdo -y en verdad es una pérdida-
rápido mi abatimiento, la forma rígida
de mi abatimiento y sólo soy una cosa sin forma, sin sentimiento, porque mi
único sentimiento es el abatimiento que ya no siento cuando estoy con otras personas
mientras
me reía tuve la impresión de que la bombita de luz titilaba
poco
antes del atardecer, estar parado en un jardín mojado por la lluvia con la insensibilidad
de quien sabe que su vida sigue y sabe de qué forma seguirá
Peter
Handke. Das Gewicht der
Welt. 1977
Peter Handke
1975. Abril
(fragmentos)
un
chico que ya tiene las mismas dificultades que un adulto con los otros y con el
tiempo: corre entre los demás chicos en el jardín, sin ninguna dirección, se
queda parado, empieza a jugar a cualquier cosa y de inmediato se detiene; penosas
imitaciones de los otros chicos, imitaciones sin impulso que pretenden ser
correctas y sólo son gestos tristes y ridículos mientras gira por el jardín: da
saltitos, se acerca los demás y gira, todo en absoluta soledad, los otros tienen su propio ritmo, y cuando una
vez , por única vez, consigue el ritmo de los otros y los mira con orgullo, ninguno
lo mira, y se pone a caminar con las manos
en la espalda, da vueltas en círculos, con pasitos cortos a veces salta
un
chico triste que durante todo el día se sintió avergonzado, que hizo el ridículo
y no hizo más que vagar en círculos, ahora duerme y suspira
Peter Handke. Das Gewicht der Welt. 1977